una historia de punk americano (1972-1977)

Esta historia empieza allá a finales de los 60's, cuando unos adolescentes llamados Thomas Miller y Richard Meyers deciden crear una banda llamada The Neon Boys. Ambos han estudiado juntos en un internado en Delaware, y sienten la misma fascinación por el rock irreverente de Iggy Pop y 'los Secuaces'.  Tras un caótico periplo con escala en Florida y la detención de Tom en Alabama acaban finalmente en Nueva York, destino aconsejable para escuchar últimas tendencias sónicas.

Corría el año 1972 y David Bowie dejaba caer uno de los mejores albumes de rock de la historia, disco conceptual y piedra angular del glam-rock que no es otro que The Rise & Falling of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars. Durante este año The Neon Boys, al que también se incorpora Billy Ficca para hacerse cargo de la batería, editan algunos singles para, un año después, sustituir el nombre por Television. Thomas Miller adopta el alias de Tom Verlaine (homenajeando al simbolista francés Paul Verlaine) y Meyers hace lo propio por el más contundente Richard Hell. Dicen las leyendas urbanas que fue pionero en pasearse con ropa enjironada, pelo de pincho y profusión de imperdibles, costumbre que no marcaría tendencia hasta bien entrados los 80. Malcolm Mclaren ha admitido en alguna ocasión que tanto la línea de su tienda de ropa 'Sex' como la estudiada estética de ese grupo al que acabó convirtiendo en un experimento de marketing-punk que fueron los Sex Pistols, le deben mucho a este entonces desaliñado mozalbete.

Patti Smith en el Max's Kansas 

City (NY) fotografía de 

Steven Kasher

En el año 73, ya buscándose la vida en la gran manzana, Verlaine hará unas colaboraciones con otra música y poeta empedernida también en ciernes llamada Patti Smith. Juntos componen esa genial versión del 'Hey Joe' de Jimi Hendrix, parte del single del mismo nombre con el que debutaba la cantante y letrista de Chicago. También hicieron mano a mano un libro de poesía titulado The Night. Un segundo guitarrista, Richard Lloyd, se suma al proyecto tras presenciar una actuación y cruzar unas palabras con su entonces manager, Terry Ork. Éste último declararía tiempo después: "Richard Hell Y Tom Verlaine tenían una relación de amor-odio, y Richard Lloyd encajó bien en la mezcla. Yo estaba enamorado de Lloyd y de su relación con ellos. Me encantaban sus duelos guitarrísticos, cómo tocaban todos contra todos de aquel modo maravilloso".

En la Gran Manzana se buscarán la vida para tocar, siendo el centro neurálgico de la escena un garito llamado Max's Kansas City hasta el año 73, en que abre sus puertas el CBGB, cuyo nombre eran las iniciales de la música que en principio allí se venía programando, esto es: Country, Blue Grass y Blues. Pero poco duró la línea prevista por su regente Hilly Cristal. No se sabe muy bien cómo, Tom y Richard consiguieron llevarse el gato al agua para actuar allí los domingos por la noche. Más adelante se harían los reyes de las noches del fin de semana. De este modo Television se adjudica el honor de ser la primera banda de rock que subió al escenario del hoy legendario y clausurado club. Fue en marzo del año 74. 


El resto iría llegando en cadena, y el CBGB pronto se convierte en plaza fuerte de esa escena de músicos irreverentes y estéticamente provocadores que no tardarían en revolucionar las apetencias musicales de cansados y disidentes del blues, el folk o el rock-más-de-lo-mismo made in USA. Por este discreto escenario desfilarían bandas como Ramones, New York Dolls, Blondie, Patti Smith o Talking Heads entre otros tantos. También sería frecuentado por la gente de la Factory, Warhol, Nico, The Velvet Underground, y la parrroquia más o menos alternativa de la ciudad que no duerme.  

"La escena empezó a crecer. El CBGB's era el lugar donde todo sucedía (...) Eramos realmente únicos. No había ningún otro grupo de rock n' roll con el pelo corto. No había ningún otro grupo con la ropa rota. Todo el mundo llevaba todavía maquillaje y ropa de mujer. Eramos unos colgados delgadísimos y sin casa, y tocábamos una música potente, apasionada, agresiva, pero también lírica". (Richard Hell-Television)

Por su parte el Max's seguirá albergando conciertos de la incipiente escena hasta su cierre definitivo en 1974, año en que Malcolm Mclaren, por entonces empresario de moda en busca de nuevas tendencias en NY, queda impactado por un concierto de Television y en especial por Hell. El que por entonces era  cuestionado road-manager de The New York Dolls les propuso un tour en Inglaterra que Richard Hell rechazó. No obstante, Maclaren vuelve a Europa  con el germen estético y sonoro de la llamada explosión del 1977, año en realidad más simbólico que otra cosa.

En 1975 Television graba una demo con Brian Eno (miembro de Roxi Music, colaborador de Bowie o Lou Reed entre otros y reputado productor) para Island Records, pero ni el sello ni la propia banda quedan satisfechos con los resultados y finalmente no se firmará el contrato. Verlaine diría que Eno era un gran artista pero ponía en entredicho su capacidad como productor de rock pues, según él, había eliminado resonancias y brillo en la masterización. Este mismo año Hell abandona el barco, principalmente debido a desavenencias insalvables con Tom, quizás por choque de egos o por distintos enfoques acerca de la trayectoria que debía llevar el grupo. Tampoco faltaron comentarios sobre la falta de habilidad de Hell con el bajo como detonante. Hell declararía más adelante: "Verlaine se retrajo más y más en sí mismo, hasta sentirse superior a todos y a todo. Llegó a pensar que no podía equivocarse. Se convirtió en alguien horrible. Decidió que vivía bajo una reglas diferentes al resto. Si algo le salía mal, su excusa era que era un genio incomprendido".

Television publicará en su ausencia, aunque bajo el influjo de su aportación, su primer y más celebrado album de estudio, Marquee Moon (1977), con un original estilo que combina elementos de new-age, punk-rock o un áspero rock n' roll de riffs afilados que remite a las piezas más delirantes de MC5. Poco después aparece Adventure (1978), su segundo y final album, a excepción de un infructuoso intento de resurrección en los primeros 90.

De este modo Richard pasará a formar parte de The Heartbreakers (no confundir con los también Heartbreakers de Tom Petty, con quienes no han faltado pleitos al respecto), una banda de punk-rock encabezada por un tal Johnny Thunders. Johnny era un nombre que ya sonaba en ambientes musicales alternativos, por haber fundado esa cáustica y genial banda de proto-punk llamada The New York Dolls, cuyos inicios correrían al principio paralelos a Television. 

Repasemos la historia de Thunders hasta su controvertido cruce de caminos con Hell. Ya en el instituto, el inquieto Thunders tenía un combo previo llamado Johnny and the Jaywalkers. Las Muñequitas nacen en 1971 de la mano de David Johansen, los guitarristas Johnny Thunders y Rick Rivetts (quien fue reemplazado por Sylvain Sylvain tras pocos meses), Arthur Kane en los bajos y Billy Murcia a la percusión. Lo que se esperaba fuera el espaldarazo del grupo vino de parte de Rod Stewart, quien, tras quedar impactado en una de sus actuaciones en Max's, les propuso telonearle en un concierto que tenía proyectado en Londres con los Faces. Era una buena ocasión para viajar, darse a conocer y echar un ojo a las propuestas musicales del otro lado del charco. Iniciaron una gira por tierras inglesas en la que falleció el batería tras una noche llena de excesos y, para variar, interrogantes. 

Será sustituido por un tal Jerry Nolan. "Esa noche me llamó un amigo. 'Jerry, no te lo vas a creer. ¿Sabes quién ha muerto?' Al principio pensé que sería Johnny Thunders. Era la clase de tipo que todo el mundo esperaba que sufriese una sobredosis. Quizás la muerte de Billy no fuese intencionada, pero fue un abuso total. Fue una fiesta llena de ricos adolescentes ingleses. Todo el rato le estuvieron dando Mandies, un barbitúrico fortísimo. Cuando Billy se quedó dormido cundió el pánico.

¿Y sabéis lo que hicieron? Lo metieron en la maldita bañera para intentar reanimarlo. ¡Ahogaron al pobre chico! Aquellos malditos niñatos se acojonaron y huyeron. Lo dejaron tirado" (Jerry Nolan)

Las influencias de esta injustamente malograda banda van del glam-rock que hacía gente como David Bowie, los Roxi Music de Eno o Marc Bolan y los T. Rex, a clásicos atemporales como los Rolling Stones, The Sonics y por supuesto, pioneros del punk-rock americano provenientes de Detroit como The Stooges o MC5. De ellos declaraba el propio Hell: "La música se  había abotargado. Solo había supervivientes de los 60 tocando en grandes estadios. La gente los trataba como si fuesen gente muy importante, y ellos actuaban como si lo fueran. No era rock n' roll. Era teatro. Todo eran luces y posturitas. Con los Dolls parecía que la calle hubiera subido al escenario. Y había otra cosa que me encantaba de ellos. Eran exactamente igua fuera del escenario que encima de él".

En 1973 ve la luz su primer album The New York Dolls, que, pese a cierto reconocimiento por parte de la crítica, obtuvo un casi nulo margen de ventas. El disco incluye temazos para el recuerdo de afiladas guitarras, temas como 'Trash', 'Frankenstein' o 'Personality Crisis' aderezado con barras de labios y plataformas, con poses tan calculadas como irreverentes en una escenografía impregnada de asfalto. La dureza de la música, bastante inédita entonces, se completaba con la parafernalia escénica de plataformas y purpurina, por parte de cuatro melenudos transformados en golfas travestidas de suburbio. Ellos mismos definían su propuesta estética como el asalto del ropero de T. Rex y los Rolling para llevar a extremo su -urticante para muchos- androginia. Siempre se ha venido alegando que las Dolls suplían su falta de talento musical con toda esa parafernalia estética y su supuesta pretenciosidad creativa, pero decir que esta banda no tenía talento para la música en una escena como la del punk, donde no faltan precisamente proyectos de calidad cuestionable, nos parece un despropósito. En cualquier caso, siempre tendrá prioridad la imaginación y la creatividad frente a la 'técnica bruta', cuya demostración continuada puede aburrir a las moscas, como ejemplifican numerosas bandas de rock progresivo de los 70 con una formación musical impecable. 

Chris Stein, de Blondie ya se proclamaba acérrimo del grupo en una de sus primeras entrevistas: "Llegué a NY a primeros de 1972 y la primera banda que vi tocar en directo fue The New York Dolls. Y aquello cambió mi vida. Yo ya quería dedicarme al rock desde muchos años antes, pero cuando les vi a ellos es cuando tuve totalmente claro el tipo de grupo que quería formar. Eran acojonantes. Sucios, ruidosos, provocadores... Lo tenían todo para romper. Lo confieso, yo quería ser como ellos. (...) casi todos los grupos que ahora se llaman punk le deben mucho a este banda".

Cuando ese empresario del punk que era Malcolm Mclaren reparó en las NYD y se convirtió en su manager, no tuvo otra ocurrencia que subirles a un escenario vestidos de cuero rojo y con una bandera comunista soviética detrás, hecho que probablemente disuadiera a las pocas discográficas americanas interesadas en contratar a la banda. "Los NYD eran divertidos, eran una panda de bastardos vanidosos, y supongo que por ello se aferraban al narcisismo, tan en boga en los 60, de no querer hacerse mayores. Emulaban aquella noción con sus ropas transexuales y su idea de seguir siendo muñecas, pequeñas muñecas. Yo intenté añadir unas gotas de política a la mezcla.La idea era la 'política del aburrimiento'. Vestimos a los Dolls de vinilo rojo y les di el libro rojo de Mao. Me encantaba reírme de esa cultura pop basura de Warhol, tan católica, tan aburrida, tan pretenciosamente americana, donde todo tenía que ser un producto, todo tenía que estar disponible. A tomar por el saco, pensé. Intentaré hacer de los Dolls justamente lo contrario. No estarán disponibles. Voy a darles un punto de vista político serio". Esta idea del siempre controvertido y contradictorio productor quizás fue la sentencia de muerte de un grupo que, mal que pesara en ciertos sectores, se había hecho un hueco con su propio imaginario de sexo, droga y provocación  que lo último que necesitaba era una politización. "Toda aquella mierda era pretenciosamente artística. Nos hacía tocar con trajes de cuero rojo idénticos, delante de una gigantesca bandera comunista ¡Era una estupidez!" (Jerry Nolan)

Su siguiente disco, Too Much Too Soon (1974) lo grabaron bajo la supervisión de Shadow Morton, quien ya había producido a clásicos de los 60 como The Shangri-Las y supo dar una sonoridad diferente al anterior album. No obstante, como ya ocurriera con su debut, sería celebrado por crítica pero no por el público, que se mantuvo hostil a grandes rasgos. El grupo, tras este album, capitulará un año después, y el transgresor proyecto de Las Muñecas, que no acabó de coronarse, tendrá que esperar a que la historiografía del punk-rock los pusiera en el lugar de honor que merecen.

En este punto se cruzan los caminos de Television y The New York Dolls. Thunders y Nolan se marchan y fundan The Heartbreakers, junto al guitarrista Walter Lure (quien venía de tocar con Demons) y Richard Hell al bajo. Este también malogrado combo sólo editó un único album de estudio en Reino Unido, L.A.M.F. (Like A MotherFucker), 1977, con temas como 'Born to Lose' o 'I Wanna Be Loved' que son hoy himnos que dan forma a este album de culto, fundamental para comprender la evolución del rock en aquellos tumultuosos años 70. También se editaron algunas grabaciones informales en directo. Hell también tendría encontronazos personales con Thunders. En palabras de Jerry Nolan: "Los Heartbreakers tratábamos de abrirnos paso, pero Richard empezó a estar descontento. Pensó que sería el líder del grupo. Tenía su estilo, pero no podía superar a Johnny. Llegó un punto en que Richard intentó deshacerse de Johnny. Yo me puse a reír. Le dije, 'Richard, lo siento, pero ¿de verdad crees que dejaría a Johnny por tí? Serás tú quién tendrá que marcharse'".

Por su parte, las Dolls intentarán sobrevivir con resultados no muy halagüeños y capitularán en torno al 77, con alguna grabación posterior, dejando paso a la eclosión del british-punk en el viejo continente. Morrisey, vocalista de The Smiths y fan confeso de la banda, consiguió aglutinar a casi toda la formación para el festival Meltdown en 2004.

En torno a 1979, Thunders ya en solitario, seguía sacando discos, dejándose ver de modo intermitente, debido a su vida disoluta y a sus constantes escarceos con drogas duras. En esta época ven la luz discos como So Alone (1978) o In Cold Blood (1983). En cuanto a Tom Verlaine de Television, también inició un proyecto en solitario. 

Estas bandas, que a finales de la década de los 70 comenzaron a desintegrarse para dar paso a otros proyectos propios y ajenos y a la explosión del do it yourself al otro lado del charco, tendrán su propio resurgir con posterioridad, como otros tantos grupos de la época, suponemos que más con fines recaudatorios que otra cosa. No fue así el caso en que Thunders consiguió reunir de nuevo a The Heartbreakers a comienzos de los 80, editando su último album, Hurt Me, en 1984. 

Tuvo también  un fugaz proyecto con el ex-guitarrista de los MC5, Wayne Kramer a finales de 1979 y principios de 1980 llamado Gang War. Nunca llegaron a publicar un album, pero alguien tuvo el acierto de rescatar dos sesiones grabadas en Boston y Montreal en sendos directos  (Street Fighting) de los que agregamos algún fragmento. 

Tras la primera disolución de The Heartbreakers Richard Hell funda The Voidoids, debutando con un single de tres piezas, Richard Hell (1976) y editando, en el propicio año 77, otro clásico del punk llamado Blank Generation. Este muy recomendable album contiene varios temas que Hell ya tenía compuestos desde sus correrías con Television. Mclaren diría de ellos: "Sin duda alguna, R. Hell nos inspiró al cien por cien. De hecho, recuerdo que les dije a los Sex Pistols, 'Escribid vuestra propia versión de Blanck Generation' y su versión fue 'Pretty Vacant'".

Hell alegaría después que, aunque le gustaba Mclaren por ser de los pocos que respetaba a Voidoids, se cabreó sobremanera cuando oyó y vio a los Pistols tocando ese tema en lo que era una burda imitación del Blank Generation y la parafernalia de los Voidoids, aunque, en un gesto de honestidad, admitía que las ideas son propiedad universal y que él también había plagiado. En 1982 aparece su segundo y último album de estudio, Destiny Street y en 1990 editaron dos directos en los míticos garitos de NYC: Funhunt: Live at the CBGB's & Max's (1990).

En 1991 fallece Johnny Thunders, supuestamente por sobredosis, dejando un legado irregular pero imprescindible para la historia del punk-rock. Apareció cadaver en un hotel de Nueva Orleans, con 39 años, consumido por su adicción crónica a a la heroina y entre rumores de anticuerpos que ya venían rondando. De él decía su ex-manager Lee Childers: 'No era adicto a la heroina. Era adicto a la adicción'. Por su parte, los Sex Pistols, en un anuncio publicado para buscar guitarra, eran bastante explícitos: 'Se busca guitarrista. Que no tenga más de 20 años y que no se vea peor que Johhny Thunders'. En cualquier caso, estos episodios, aunque insoslayables para entender la vida y obra de este crooner de las cloacas, a menudo acaban oscureciendo la aportación y el legado de un músico que sirvió de puente de varias generaciones de músicos y un nombre ineludible en la historia del punk-rock en particular y del underground en general. Jerry Nolan, segundo batería de las Dolls, murió de un fallo cardiaco en 1992 dejando tras de sí una vida de rock n' roll y también de adicciones peligrosas. 

Todas estas bandas, a menudo obviadas en recopilatorios, publicaciones y dossiers de la historia del punk contribuyeron a conservar la semilla que iniciaran   en la década anterior The Stooges o MC5 y que dieron lugar a la revolución punk en tierras británicas, y por extensión en buena parte del mundo occidental, desde el 77 en adelante.