1-el comienzo de un nuevo rumbo
Ya desde los años 20, la música más popular del caribe antillano, con base en Trinidad, era el calypso, caracterizado por el uso de tambores metálicos creados a partir de barriles de petroleo reciclados, con el fin de preservar una cultura truncada por la distancia, de rescatar los orígenes percusivos de unos ritmos africanos prácticamente disipados, importante para una cultura local cuya ascendencia y raices provenían precisamente del continente negro. El mento era el equivalente jamaicano del calypso. Como aquel conserva elementos de la música que los negros secuestrados para ser esclavos en el expoliado y colonizado Nuevo Mundo pudieron llevarse consigo. En el mento los elementos percusivos se complementaban con guitarras y un instrumento denominado marímbula, que hacía las veces de bajo. 'Day-O' (The Banana Boat Song), imprescindible en el cancionero tropical y versioneada en numerosas ocasiones por grupos de diversa índole, es el tema de mento más célebre e internacional.
En pleno éxodo rural de la isla caribeña a mediados de siglo, ciudades como Kingston se fueron multiplicando en número de habitantes, afectando este incremento a las demandas materiales pero también culturales de este 'excedente poblacional'.
En 1954 aparece el primer sello, Federal, cuyos responsables viajaban periódicamente a Miami o Nueva Orleans para rastrear y recoger muestras de las diversas propuestas que emergían con profusión en el gigante del norte. En Federal se grabó el que puede ser considerado el primer tema de la música moderna jamaicana, catalizador de lo que después traerían las mil propuestas venidas del ska, rocksteady y, más tarde, el reggae. El hit se llamaba 'Easy Snappin', de Theophilus Beckford, producido por Clement Dodd, en quien nos detendremos más adelante, y ejecutado por los miembros de los posteriores Skatalites, con Roland Alfonso con el saxo y Cluet Johnson a cargo del contrabajo. Otras fuentes atribuyen el honor de este puesto a 'Little Sheila/Boggie in my bones', de Laurel Aitken, un cubano emigrado a Jamaica que también fue considerado el padrino del ska* y que provenía del calypso y el rhythm n' blues de la década de los 50. Este tema estuvo número 1 en las listas durante 11 semanas.
En 1954 aparece el primer sello, Federal, cuyos responsables viajaban periódicamente a Miami o Nueva Orleans para rastrear y recoger muestras de las diversas propuestas que emergían con profusión en el gigante del norte. En Federal se grabó el que puede ser considerado el primer tema de la música moderna jamaicana, catalizador de lo que después traerían las mil propuestas venidas del ska, rocksteady y, más tarde, el reggae. El hit se llamaba 'Easy Snappin', de Theophilus Beckford, producido por Clement Dodd, en quien nos detendremos más adelante, y ejecutado por los miembros de los posteriores Skatalites, con Roland Alfonso con el saxo y Cluet Johnson a cargo del contrabajo. Otras fuentes atribuyen el honor de este puesto a 'Little Sheila/Boggie in my bones', de Laurel Aitken, un cubano emigrado a Jamaica que también fue considerado el padrino del ska* y que provenía del calypso y el rhythm n' blues de la década de los 50. Este tema estuvo número 1 en las listas durante 11 semanas.
[*El hecho de que varios artistas hayan sido considerados a la vez pioneros del género explica en parte la simultaneidad de las propuestas, en lo que fue un estallido multidireccional en los estudios de grabación de Kingston y alrededores. En este sentido, sería más exacto hablar de Padrinos del Ska].

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Duke Reid, a cargo de Trojan, con su equipo listo para una sound-system |
De este modo, el fenómeno de las sound-system fue provocando una mayor curiosidad y aglutinando muchos más seguidores. Sus principales y más famosos regentes vieron en ellas una forma de expansión de sus negocios con los licores. Una de las más conocidas fue Trojan, de Duke Reid, que adoptó ese nombre en honor a las camionetas de origen británico que solían utilizar para dicho propósito. Sir Coxsone Downbeat, a cargo del ya mencionado productor Clement Dodd, era la principal competencia de Trojan en estas sound-system primigenias. Dodd fue un personaje clave en esta historia, y uno de los primeros que reparó en la necesidad de una adecuación de la música importada de los vecinos del norte a estilos tradicionales autóctonos anteriormente mencionados, principalmente al mento, propiciando la producción de música local con una personalidad propia y que se acomodara al estilo de vida y los gustos jamaicanos. Es muy probable que sin su presencia en la incipiente escena muchos jóvenes inquietos jamaicanos con brillantes ideas musicales pero sin un duro en el bolsillo -hoy conocidos en todo el globo- jamás habrían salido del anonimato. Lee 'Scratch' Perry, que llegaría a ser un personaje fundamental para el surgimiento del dub y el reggae electrónico años después, empezó como mezclador de sonido en la sound-system de Dodd, llegando a grabar una treintena de canciones y mixes con su sello Coxsone, cuya sede fue años después trasladada al mítico Studio One, santuario del sonido y primer estudio de grabación regido por un negro en Jamaica.
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Clement Dodd, a cargo de Coxsone y de Estudio 1 fue un personaje fundamental en la promoción del nuevo estilo |
A fin de mantener la exclusividad sobre su material, los promotores de sound-systems acostumbraban a eliminar las etiquetas de los vinilos para dificultar el plagio de temas con el objetivo de que la competencia o el robo de ideas no beneficiara a los rivales en lo que a innovaciones sonoras se refiere. La producción de finales de los 50 no consistía en hacer x copias de una grabación, sino que se contrataba a músicos que hicieran versiones jamaicanas de temas de Ray Charles o Fat Domino's, entre otros, de cuya grabación se guardaba una sola copia para ser pinchada en exclusividad y custodiada con recelo en los dominios de la propia sound-system. Esta rivalidad entre Trojan y Coxsons llegó al extremo de que apareció la figura de los revienta-fiestas, asalariados y grupos afines que se encargaban de boikotear los eventos organizados por la competencia, conocidos como dance-crashers. Cuentan que Reid acudía a otros clubs o sound-sessions, especialmente a las organizadas por Dodd, y pagaba a la gente para que acudiesen a la suya, que acababa por lo general siendo la más masificada.
Durante estos años Cecil Bustamante Campbell era un adolescente que se dedicaba a cantar por unas monedas en clubs cutres de Kingston hasta que un día fue presentado a Dodd, quen decidió contratarle no como músico, sino como miembro de su equipo de seguridad, pues Cecil había sido boxeador y para aquel entonces, como hemos señalado, no eran infrecuentes los altercados en el seno de esta escena. Desempeñando esta tarea se le empezó a llamar 'Prince'. Pronto, ya dedicado de pleno a lo musical, tomaría el nombre artístico de Prince Buster, pieza fundamental y personaje legendario de la música jamaicana de todos los tiempos.
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Cecil Bustamante Campbell, alias 'Prince' Buster |
Un tal Edward Seaga, quien años después acabaría siendo primer ministro, fundó el sello West Indian Records Ltd. en 1958, que se dedicaba a producir canciones de artistas locales adaptando los ritmos que venían de USA. Esta fusión quizás supuso el catalizador para que se popularizada esta reinterpretación caribeña dando lugar al ska. El origen del término no está del todo claro. Miembros de los primeros The Skatalites siempre han afirmado que proviene del saludo que hacía el bajista de la banda, Cluet Johnson, 'Skavoovie', emulando a los hipsters* estadounidenses. Por otra parte, también se afirma que surgió como forma onomatopéyica de imitar la cadencia sincopada de las guitarras características de este estilo (ska! ska! ska!). En cualquier caso, fuera de disquisiciones sobre el origen del palabro, era algo distinto a lo ya hecho y, lo que era más importante, cien por cien made in Jamaica.
[*bohemios y disidentes de la cultura oficial estadounidense aficionados al jazz y la maría que surgieron en los años 50].
[*bohemios y disidentes de la cultura oficial estadounidense aficionados al jazz y la maría que surgieron en los años 50].
Como preámbulo de una década de cambios, Prince Buster produce el disco 'Oh Carolina' para los Folkes Brothers con el sello Wid Bells. Corría el año 1960, y fue el primer album que introduce ritmos y elementos de origen africano inéditos hasta entonces en la música no tradicional y pronto se convirtió en todo un himno para asiduos y neófitos de estos sonidos inéditos. Por aquel entonces, otro joven jamaicano llamado Frederick "Toots" Hibbert parte hacia Kingston a buscar suerte con la música, formando un trío que se dio en llamar The Maytals, y que marcaría un antes y un después del estilo con sus aportaciones innovadoras que hacían presagiar ciertos cambios de rumbo. Entre 1962 y 1963 grabaron Never Grow Old-presenting the Maytals de mano del hiperactivo Dodd, y acompañados por bases de The Skatalites.
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Toots and the Maytals |
2-consolidación de la música moderna jamaicana
En 1962, el aún imperio británico, debilitada su economía tras la gran guerra se ve forzado a deshacerse de sus colonias, entre ellas Jamaica, que experimenta con su recuperada soberanía un renacimiento cultural, especialmente visible en las artes sonoras, y que recupera por un lado la tradición musical de la isla caribeña empapándose a su vez de los últimos hits norteamericanos que los muchachos de las sound-system se encargaban de expandir por las calles de Kingston y alrededores. A la alegría y el optimismo producida por la recién llegada independencia dedicó Derrick Morgan el tema 'Forward March' cuyo estribillo rezaba: 'porque tiene que llegar el día en que nos divirtamos un poco, así que echa a correr..' Otro de los nombres ineludibles en toda esta historia, cuentan que tuvo una competencia con Prince Buster, quien le aludía negativamente en un tema, hecho que se tradujo en un rifi-rafe musical que al final resultó ser una mera estrategia publicitaria, que se resolvió con un concierto conjunto ante el desconcertado público que pensaba que se odiaban a muerte.
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Bob Marley & The Wailers |
En aquel próspero 64 surgen The Skatalites, una de las bandas seminales de un género que con ellos ya entraría en su pleno asentamiento. Habían hecho sus primeras andaduras con rhythm n' blues y están considerados por muchos como los indiscutibles padrinos del ska, hasta que en 1965 un hecho trágico truncó la carrera de esta formación inicial, cuando Don Drummond, fundador, cabeza visible y trombonista, mató a su mujer, por lo que fue internado en un psiquiátrico donde fallecería dos años después. Hasta 1983 no reaparecerá la banda, que continúa activa, aunque por sus filas han desfilado multitud de componentes.
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The Ethiopians surgieron en 1966 con Clement Dodd |
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rude boys en la puerta de una tienda de discos en kingston |
3-del ska al reggae
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recopilatorio de rocksteady (Trojan Rec. fundado en 1968) |
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el gran Desmond Dekker |
'No nos gustaba el nombre rock steady, así que probé diferentes versiones de "Fat Man". Cambió el ritmo, el órgano se utilizó para sorprender. A Bunny Lee, el productor, le gustaba. Él creó el sonido con el órgano y la guitarra rítmica. Sonaba como 'reggae, reggae' y ese nombre simplemente despegó. Bunny Lee comenzó a utilizar la palabra (sic) y pronto todos los músicos estaban diciendo 'reggae, reggae, reggae'' (Derrick Morgan)
4-religiosidad y denuncia. la expansión de un nuevo estilo
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Haile Selassie I, último emperador de Etiopía |
El rastafarismo parte de la premisa de que el último emperador de Etiopía, Haile Selassie I, es la tercera reencarnación de Jah (Jahvé). Este fenómenos religioso surgió en Kingston en los años 30 y su principal divulgador fue Marcus Garvey, quien llegó a ser equiparado a la bíblica figura de San Juan Bautista. El lema 'Africa para los africanos' promulgaba la vuelta a las raices del continente primigenio. La doctrina rastafari parte de que el emperador Selassie liberaría a todos los africanos reopartidos por el mundo, conduciéndolos a una tierra prometida situada en el Monte Zion, equivalente al Sión de los antiguos israelitas, también conducidos por intercesión de Dios a través de Moisés a su también paraiso terrenal y feliz conclusión de la diáspora judia. Esta particular adaptación de la cultura hebrea y bíblica a unos parámetros más africanistas es fundamental para entender buena parte de la temática que artistas como Bob Marley & the Wailers o Jimmi Cliff, por citar los más celebrados, albergaban con profusión en buena parte de sus letras. El subgénero conocido como Roots Reggae incide más que ningún otro en este carácter religioso y espiritual.
Otro elemento destacable en el reggae gestado en la isla caribeña es la incidencia en la denuncia social, reivindicada por y para la comunidad negra y los excluidos. En este sentido, ambos elementos, lo religioso y lo reivindicativo se conjugan dando forma y sentido al nuevo género, en una especie de 'teología de la liberación' a través de la expresión musical, y, por supuesto, acompañada por buenas dosis de ganja que mitigaba la abstinencia etílica y el veganismo de los más implicados en la causa.
El reggae en Inglaterra fue recibido con reticencias, especialmente por parte de la BBC y una crítica aún no preparada, que sólo dieron su brazo a torcer cuando ya empezaba a ser ridículo no hacerlo, pues en 1969, Desmond Dekker llenaba a rebosar el Wembley Arena, demostrando que el reggae sí había calado entre la juventud inglesa. Curiosamente, cuando el reggae de los primeros 70 se empezó a producir a raudales pero con la vista más puesta en las islas británicas que en casa, en Jamaica esos derroteros comenzaron a ser rechazados por la comunidad local, que se encontraba con un reggae arraigado a unos parámetros que les eran ajenos. A las discográficas, que se multiplicaban vislumbrando la oportunidad, les interesaba más el mercado trasatlántico que reportaba mayores beneficios, por lo que multitud de artistas jamaicanos de este periodo no tuvieron la oportunidad de ser oídos, siquiera en la propia isla.
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carátula de The Harder They Come, de 1972, con Jimmi Cliff |
(al garete, 2013)
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