jueves, 27 de diciembre de 2012

goliardos y cantares profanos: carmina burana




Piso el ancho camino de la juventud sin freno, 
a los vicios me abrazo y de la virtud me olvido; 
ávido de gozar más que de la salvación, 
muero en el alma por cuidar la piel que me cubre. 


Los goliardos eran estudiantes de vida licenciosa y clérigos que se dedicaban a vagabundear componiendo y trovando a cambio de limosna, bebida y comida o alojamiento, durante el periodo de proliferación de las primeras grandes ciudades en Europa y el surgimiento de las universidades principalmente durante el siglo XIII. El origen etimológico más probable es el término francés gouliard, que alude a un clérigo de vida 'irregular'. Este vocablo venía a su vez del latín gens Goliae (gente del demonio). En apariencia el nombre surge por la analogía fonética del término latino Goliat (demonio) con la gula (apetito insaciable), por la glotonería que comúnmente se les viene atribuyendo. Es muy probable que entre estos atajos dispersos de estudiantes europeos sin conexión alguna entre sí hubiera más heterogeneidad de la que se cree. En cualquier caso, autores moralistas y literatos y cronistas del pensamiento ortodoxo medieval así los definían.


Lo que sí parece claro es que el alto clero, de inabarcable poder e influencia y no pocas intrigas intestinas durante aquellos tiempos convulsos, condenaba en sus concilios a estos artistas diletantes. De hecho, rastreando en el legajo vaticano se encuentran menciones y llamadas a la defenestración, denuncia y captura de estos discípulos inadaptados que alternaban en tugurios, escribían o cantaban inconveniencias y se dejaban ver reiteradamente en compañía de 'mujeres alegres'. En realidad, apreciaciones eclesiásticas descartadas, los goliardos eran algo así como los bohemios de la época, cuya afición a la literatura, la poesía y otras formas censurables para el arte sacro imperante, asó como sus cuestionables hábitos  les convertía en personajes peligrosos para el monopolio eclesial de la cultura y el pensamiento. Todo esto llevó a los goliardos a la categoría de apestados sociales y fueron perseguidos y acosados, en la misma categoría que rateros, mendigos, estafadores, enfermos mentales,m díscolas mujeres, montaraces y demás 'fauna molesta' para la rígida moral imperante.
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En Europa la poesía goliarda se cultivó durante el resto de la Edad Media, constituyendo uno de los primeros ejemplos de literatura de carácter profano en latín tardío. En España se les llamaba sopistas, que eran por lo general estudiantes sin recursos que recurrían con frecuencia a un plato de la época, la llamada sopa boba o bodrio, guiso formado por las sobras de las distintos menús diarios de conventos que eran repartidos entre los no pocos pobres, indigentes y demás excluidos, lisiados y menesterosos que pateaban las calles de las ciudades sin oficio ni beneficio. Los sopistas, a cambio de la ración diaria, recitaban versos y trovas o cantaban alguna canción de repertorios propios o cancioneros populares. Estos recitadores urbanos fueron el antecedente medieval de ese hoy ridículo y arcaizante colectivo universitario llamado tuna, que se fue convirtiendo en su paso a la vida universitaria moderna en la pantomima mal entendida de otros tiempos.

La poesía goliardesca en España está documentada en los Carmina Rivipullensia, textos del siglo XII que se encuentran en el monasterio de Ripoll, donde se recopilan unas cuantas canciones de amor de autor desconocido que responden a los esquemas y temáticas que se dan en otras recopilaciones de Carmina posteriores.
Los temas predilectos de los escasos restos manuscritos conservados eran los placeres terrenales, la promiscuidad, la ebriedad, una visión hedonista y creativa a la vez, la descreencia con respecto a las altas esferas políticas y religiosas a través de la sátira mordaz y análisis de la crónica social del momento. Eran herederos de la tradición de los filósofos cínicos de la antigüedad griega, en un perpetuo deambular para mejor conocer y conocerse. Conviene resaltar que en la Alta Edad Media los medios de comunicación al alcance del populacho todavía andaban por el boca a boca. También narraban historias sobre las Cruzadas, que se encontraban en pleno apogeo. De hecho, con la derrota de los almohades en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212 los reinos ibéricos toman la iniciativa con ventaja en la Reconquista. Estos temas, que eran pura actualidad no podían quedar fuera del cancionero popular que corría entre calles, rincones y tabernas.


En este sentido los goliardos y sus cantares eran una opción alternativa al oficialismo clerical y político, así como a su dominio y control de la cultura y la información que con cuentagotas llegaba a las escasas gentes alfabetizadas. Destacable también es el hecho de que las letras fueran a menudo en latín,lengua que ya se había dejado de hablar en la práctica Europa.

 Varios siglos después, entrado el siglo XIX se encontró un manuscrito en el monasterio benedictino de Beuern (Baviera, Alemania) que albergaba canciones y trovas compuestas y escritas por goliardos durante los siglos XII y XIII. Tras el hallazgo se decidió a llamar a esta compilación Carmina Burana. Carmina (acentuada en la primera a) proviene del latín carmen-inis (canción, poema) y Burana, que es el gentilicio, Bura, de la población bávara. Se podría traducir como Canciones de Beuern. La colección está dividida en seis partes: 

 1) Cármina Eclesiástica eran canciones de temática religiosa, donde se aprovechaba para criticar ferozmente a los estamentos religiosos, sus privilegios y sus desmanes. 

2) Cármina Moralia et Satírica , cantos con observaciones con respecto a la moralidad e ingenios satíricos, también utilizados para reflexionar sobre la hipocresía de la sociedad y los dirigentes de entonces.

Ahora los modelos de la misericordia somos nosotros, /porque aceptamos a grandes y pequeños, /
recibimos a ricos y pobres, /y a quienes los devotos monjes les cierran las puertas.

Trovadores3) Cármina Amatoria, canciones de amor. Los goliardos, dados a la vida disoluta y nomadista, causaban no pocas conmociones en las jóvenes que quedaban prendadas de esta especie de rockeros del medievo, indigentes de la cultura y auto-exiliados de la moral y las jerarquías imperantes. 

Cour D'Amours - 15. Amor volat undique  (Corte de Amor -15. Amor vuela por todas partes)
Si alguna chica no tiene compañero, /carece de todo placer; /se mantiene, en la profundidad de la noche, /en la intimidad de su corazón, /en vigilia; /sería algo muy amargo. 

4) Cármina Potoria , obras que hablan de comida y gastronomía, entre otras cosas. Los elogios al vino y al estado de ebriedad, materializado en la atención prestada a Baco/Dionisos, dios libertador del hombre a través de la locura, el éxtasis o el vino. También era dios del teatro, rama muy emparentada con las representaciones callejeras de estos músicos itinerantes.

In Taberna -Stuans Interius. (En la Taberna -Ardiendo Interiormente)
Yo me dejo llevar /como una nave sin marinero, /como por los caminos del aire /se deja llevar el pájaro errante. /No me retienen las ataduras; /no me encierra la llave; /busco a los que son semejantes a mí, /y me uno a los depravados. 

5) Ludi , representaciones religiosas de carácter satírico

6) Supplemantum , que eran revisiones y versiones de los apartados anteriores.

Entre las composiciones más características del compendio están las llamadas Kontrafakturen, que imitaban las antiguas letanías del Antiguo Testamento, pero con letras que denunciaban en tono paródico temas de interés general, como la ya documentada corrupción de la curia romana. 

Buena parte de las composiciones de goliardos que han llegadoa nuestros días parece que procedían principalmente del norte de Francia. Según algunos, el primer goliardo de nombre conocido fue Pedro Abelardo, cuyos poemas de juventud no se han conservado. De entre los precedentes de la tradición goliárdica propiamente dicha están los Carmina Cantabrigiensa (Canciones de Cambridge), 49 poemas de origen alemán, recogidas en el siglo XI por un clérigo de origen anglosajón. En este manuscrito se aprecia el estilo satírico y burlesco que más tarde se hará común en los dos siglos posteriores

La adaptación musical o cantata -cuyo preludio es conocido por tod+s y repetido hasta la saciedad en anuncios, películas y series- es la llevada a cabo por el compositor alemán Carl Orff entre 1935 y 1936, estrenada un año después en la Alter Oper de Frankfurt del Meno, sala de conciertos y ópera prácticamente reducida a nada tras bombardeos sufridos en 1944, siete años después, y reconstruida durante la posguerra. La obra está formada por versos en latín con pinceladas de alemán y provenzal antiguo. Del manuscrito completo Orff seleccinó las 25 piezas que él consideró que mejor compendiaban la esencia de la obra. La música la intentó acomodar lo máximo posible a la sencillez compositiva de los textos. 




La languidez de mi corazón
parece un asunto grave;
bromear es agradable
y más dulce que los panales.
Todo lo que Venus pueda ordenar
es muy agradable,
ella nunca habita 
en los corazones indolentes.

Sobre un escabroso camino voy,
como cualquier hombre joven,
sumergido en la depravación,
olvidando la virtud,
ávido de placer
más que de salud,
muerto en espíritu
yo cuido mi piel.


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