viernes, 2 de marzo de 2012

la banda trapera del río: crónica de las cloacas



La improbable combinación de don y azar, el estar aquí y ahora con la propuesta adecuada, puede marcar la diferencia que hay entre un estrepitoso fracaso y un rotundo éxito, o al menos el reconocimiento póstumo, como tantas veces ha demostrado la historia de la música. La Banda Trapera del Río es, probablemente, el primer grupo de punk de la península ibérica, aunque ellos jamás se han sentido como tales y, en realidad, su estilo musical está más próximo al rock garajero y urbano, eso sí, afilado y muy irreverente. Podríamos decir que fueron los Stooges de estas tierras, salvando las obvias diferencias. El motivo del nombre del grupo queda aclarado por su vocalista Miguel A. Sánchez: “Banda porque éramos una banda, Trapera porque nos vestíamos con lo que encontrábamos en los cubos de basura, y del Río por el río Llobregat".

El proyecto tuvo nombres previos, primero se hicieron llamar Al Rojo Vivo y después 4x3, y en estos mediados años 70 estos entonces chavales de barrio un tanto quinquis fueron los primeros en hacer una canción de rock duro en catalán, 'Ciutat Podrida', donde escupen sin tapujos las miserias del suburbio, con una franquismo que renqueaba aún coleando. 

Ciudad Podrida 

Ciudad podrida nos traes la noche y el miedo.
Ahora que estas dormida las calles están llenas de fuego.
Quiero salir de este infierno donde los gritos de los perdidos se olvidan.
Cuando eres prisionero y también esclavo, la libertad no camina.

El cinturón barcelonés albergaba por entonces a buena parte de la población más castigada y excluida del cosmopolitismo de la ciudad condal. El barrio de San Ildefonso, más conocido entre el populacho como Ciudad Satélite, ubicado en Cornellá de Llobregat, era uno de estos periféricos barrios, que, amén de ciudad dormitorio, aglutinaba altas cotas de paro, absentismo escolar, marginalidad y los letales estragos de la heroína. En este contexto surge, en 1976, la primera formación de la Banda, compuesta por Miguel Ángel Sánchez, 'El Morfi' a cargo de las rabiosas voces, Joaquín primero y Salvador Solano, 'Rayban' poco después al bajo, Manuel Verdún, 'El Loli' con la guitarra y Juan Pastor, quien se hizo cargo de la batería.


Ya antes de que entrara la heroína y la cocaína, aquello fue un caldo de cultivo excelente para familias desestructuradas, quinquis, bandas… Pero no hay que pintarlo todo así. Allí vivía gente muy digna, gente trabajadora como mis padres” (El Morfi)


Ciutat Podrida, programa de Buenafuente (26/06/09).
Ver en comentarios de Youtube letra en catalán y español

En una de sus primera entrevistas declaraban: “Nosotros no somos punk. Eso va con otra sociedad, con otro mundo, no queremos ser una ferretería ambulante. Nuestra historia es la de la gente de Viladecans, de Sant Boi, de Cornellá, de Bellvitge, que es donde vivimos y trabajamos. Si nos va la música es para ir de lo más sublime a lo más asqueroso, desde tener un ligue increíble a tener que hacerte una paja”.

Fue quizás su actitud autodestructiva y su búsqueda constante de la provocación, sobre todo por parte del Morfi,  la que colocó a la Banda a la cabeza de la escena primitiva del punk ibérico, hoy llamado proto-punk, pese a sus repetidos desmarques de ésta. Su primer concierto importante fue en una fiesta organizada por la legalización de PSUC (Partit Socialista Unificat de Catalunya)  en un camping de Gavá (Bcn), ante nada menos que 100.000 espectadores, y compartiendo cartel con Labordeta, Secta Sónica o Ramón Muntaner, entre otros. La Banda, como era de esperar, suscitó de todo menos indiferencia.

Su primera publicación, con varios miembros ya susitituidos, es el single 'La Regla'/'Rock Cloaca' , de 1978. En marzo de este mismo año tocan en el festival Broncorock frente a un millón de personas en la Casa de Campo de Madrid. Tras seis interminables horas de canción protesta, que era lo que se estilaba, a cargo de Rosa León y demás tocaban ellos, que con su contundente rock de barriada acompañado de performances de mal gusto, como la llevada a cabo mientras tocaban 'La Regla', seguro espabilaron a buena parte del respetable hasta el momento en estado letárgico. (…) Nosotros abrimos la parte de rock, y el Morfi con unas bragas de papel coloradas. Lo de que se tirara harina y zumo de tomate encima durante 'La regla' fue idea mía. No veas la que se armó. El recinto era de suelo arenoso y la polvareda que se levantó cuando la gente empezó a bailar con nosotros fue impresionante”.



El reciente nuevo batería Rafa Pulido terminaba relatando a modo de crónica del evento: “Nada más llegar vimos como las pandas de Vallecas daban una paliza a uno de los organizadores. Habían reventado las vallas y se habían colado por la cara. A los de Lone Star les habían robado la batería. No había dinero para pagar a los grupos y los guantazos iban y venían. Ya que estábamos allí decidimos tocar. Dimos un conciertazo. Al acabar subió un menda al escenario, cogió el micro y obligó a todo el mundo a aportar algo de pasta. ¡Nos dieron 76.000 pelas en monedas! Además nos cargaron la furgoneta y nos metieron micros que no eran nuestros”.

Ese mismo verano inician una gira, dándose a conocer por el territorio nacional. Así tocaron tres noches en la entonces mítica sala madrileña M&M. En la revista Disco Express incluían una despiadada crítica centrada en todo menos en lo estrictamente musical: “La Banda Trapera del Río estuvieron aquí en Madrid, se bebieron todas las botellas de cerveza que les pusieron por delante y cantaron canciones de muchas palabrotas e insultos políticos. Los grupos punk son todos iguales”.

En 1979 ve la luz su primer y más celebrado album, La Banda Trapera del Río, editado por la discográfica Belter. Contiene temas con títulos tan explícitos como 'Curriqui de Barrio''Nacido del polvo de un borracho y el coño de una puta''Padre Nuestro', o 'Venid a las Cloacas'  pronto llamaron la atención de un público en un principio local que se identificaba plenamente con la actitud y las corrosivas letras, en una época en que el tráfico de casetes vírgenes y las grabaciones indefinidas del mano en mano permitían a la gente sin posibles hacerse con las últimas novedades musicales con cierta facilidad. Pero esta propuesta se diferenciaba de otras en su innovación, en esa expresión de rabia y asco hasta entonces inédita por estos lares. El disco tuvo  éxito y pronto se agotaron las copias, pero la penosa gestión de la discográfica Belter que, al parecer, les escaqueaba con frecuencia su parte por las royalties y otros acuerdos contractuales no ayudó precisamente a que este disco tuviera la repercusión que, sin duda, merecía.


Guante de Gullotina, su segundo  album, se graba en 1982, año de la disolución temporal del grupo, pero no será hasta diez años después cuando el sello Monster se haga cargo de su edición. Es un disco quizás menos agresivo en letras y sonido, con buenos temas guitarreros como 'Comics y cigarrillos', 'Diviértete', o 'Vulgaridad'. En 1983, con el grupo ya disuelto, sale a la calle el single promocional No me mola tu pistola.


''Hacen canciones que no presentaría Uribarri en Aplauso. Son sin duda las más viscerales canciones de denuncia que se hayan compuesto y cantado aquí. Sirven para dar testimonio de una juventud cloaquera dispuesta a no ocultar su basura, sino a echarla a la cara”. (Ángel Casas, Mundo Pop)





En 1992, con motivo de la reedición de su primer disco y la tardía publicación del segundo, el grupo decide reagruparse y dan forma a dos discos más: Directo a los Cojones, actuación en vivo también editada en formato doble por Monster en 1994, y Mentenblanco, que apareció ese mismo año, último album de la Banda. En 2007 aparece La Banda Trapera del Río: Escupidos de la Boca de Dios (Extralux) una crónica biográfica de la banda, obra de Jaime Gonzalo,  quien incide en la trayectoria  y desgracias de esta  única banda que puso, probablemente antes que nadie en el estado, banda sonora a la sordidez del extrarradio,  y por la que en total pasaron una veintena de miembros, muchos de ellos malparados o ya enterrados. También aparece, en 2010 una película documental sobre el grupo de la Satélite: Venid a las Cloacas, dirigida por Daniel Arasanz, cuyo trailer adjuntamos abajo, documentos ambos que ayudarán a que no caigan en el olvido estos cronistas de la cloaca, siempre  al margen de poses y etiquetas. 



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